22 enero, 2015

Análisis de la independencia de BYU

La Universidad de Brigham Young (BYU) ahora ha estado independiente en el fútbol americano durante cuatro años. Aunque de una ojeada que evidente que BYU no registró una marca extraordinaria ni tampoco un triunfe colosal, creo que la independence aún sirve bastante bien. Permíteme explicar.

Me parece que la experiencia de independencia vale más que los resultados de la misma. Claro, perder partidos disminuye esa experiencia, pero jugar en Notre Dame o en Wisconsin durante la misma temporada es algo especial para la mayor parte de los programas del país. Mientras hay desventajas, tales como viajes largos y no campeonatos de conferencia, BYU logra jugar en cada región de los E.E.U.U. durante casi cada año de independencia. En la temporada regular 2014 BYU jugó en Connecticut, Tejas, Idaho, Florida, Tennessee y California. Esto no solamente enriquece la experiencia de entrenadores y jugadores, sino también los fanáticos por todo el país.

No malentiendas, una invitación de la Big XII tendría sus propias extras, pero una mezcla anual de opositores en el calendario es una situación excepcional. En 2015 BYU podrá jugar en Nebraska, en UCLA, en Michigan y en un estadio NFL de Kansas City. El equipo también jugará partidos contra LSU y USC en el porvenir. Tom Holmoe el director atlético de BYU ha desempeñado todo de modo excepcional.

 Aunque la rivalidad con Utah se disminuye, la independencia otorga a BYU la flexibilidad de enfrentar a los Utes, y los Aggies de Utah State anualmente. Sin independencia, estos partidos ocuparían la mayor parte de los lugares disponibles para los juegos fuera de conferencia, resultando en horarios no cambiantes año tras año. Además, una invitación de la Big XII aislaría a muchos aficionados de BYU por el país.

No obstante, BYU Athletics no está complaciente con su posición actual, y sabe que tiene que mejorar. La semana pasada el departamento compartió una encuesta que trataba de varias asuntos del programa. Ciertamente mejor se entenderá lo que opinan los fanáticos en cuanto al bienestar del programa.

Echemos un vistazo a la independencia hasta este punto: BYU emergió con una marca 10-3 en 2011, y prosiguió con tres temporadas 8-5 consecutivas. Cada uno de los años incluyó altibajos, así cuales fueron los mejores y peores?

Aunque 2011 no pareció una temporada de 10 victorias, creo que fue el mejor año de la independencia. El primer triunfe de BYU como independiente ocurrió contra Ole Miss de la SEC, y procedió con una derrota pareja en Tejas. La derrota contra Utah fue el punto bajo de la temporada, pero la remontada liderada por Nelson contra Utah State y la devolución de Hoffman para un TD contra UCF fueron momentos grandiosos.

En mi opinión, creo que 2012 fue el peor año de independencia, pero había partes lustrosas. Aunque la mayoría de las derrotas de BYU resultaron muy parejas, la inhabilidad del equipo de acabar con partidos parejos se convirtió en frustración para fanáticos. BYU fue venerada por su defensa, y el triunfe del tazón en San Diego fue una forma fenomenal de terminar la temporada. La selección de Ziggy Ansah en la primera ronda del Sorteo NFL también impulsó a BYU.





2013 fue buen año, especialmente debido al calendario emocionante. La derrota en Virginia fue mal comienzo de la temporada, pero una actuación sólida del equipo contra Tejas, y un excelente Octubre salvaguardó la temporada. 

Y luego hay 2014, el año cuando la independencia se miró el máximo y peor. No permitas que las cuatro pérdidas consecutivas o la pérdida de Taysom Hill disminuyan los positivos de la temporada. BYU se halló en la luz nacional más de lo que tenía en años, y una marca 3/3 contra opositores de conferencias de poder le es beneficiosa a BYU.

2015 debe superar a 2013 para el calendario más duro en la histora de la escuela. Aunque otra temporada 8-5 es probable, una temporada con 10 victorias o más es asequible.

¿Cuáles son sus pensamientos de la independencia?

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